Tienes un gran corazón y sientes compasión por quienes te rodean. No quieres cambiar tu forma de ser porque para ti el amor es todo lo que necesitas. Pero, atención, tanto sentimentalismo puede resultar un poco pedante a veces.

Eres analista en extremo y no sueles tomar decisiones sin antes plantearte todos los pros y los contras. Eres un empresario nato porque eres responsable y no hay detalles que se te escapen. Una habilidad de la que no muchos pueden presumir.

No te gusta meter la pata ni dar tu opinión sobre cuestiones que no conoces. Sabes guardar bien las distancias y eso te ha costado más de una crítica. Lidias bien con los problemas y sabes dar buenos consejos.

Tienes una personalidad arrebatadora, capaz de llenar cualquier espacio y un corazón que no te cabe en el pecho. No tienes complejos y eres amigo hasta de tus peores enemigos. ¡La bondad en persona!